Déstrozame de Tahereh Mafi | Reseña

abril 13, 2018


Juliette no ha tocado a nadie desde hace exactamente 264 días. La última vez que lo hizo, mató a alguien ocurrió un accidente. Ahora está encerrada por asesinato y en constante estudio por el gobierno en el poder: el Restablecimiento. El mismo que prometió a sus ciudadanos solucionar el desastre que Juliette observa a través de su ventana: no hay pájaros en el cielo, los árboles ya no existen, la gente muere por enfermedad y los supervivientes susurran «guerra».Pero un día, llega un compañero de celda, Adam, y Warner, el hijo del líder del gobierno se obsesiona con ella. La situación de Juliette cambiará hasta límites insospechados, obligándola a tomar una decisión: ser un arma o convertirse en una guerrera.

Cualquier persona que conozca la comunidad de booktube en inglés tiene que haber oído hablar al menos una vez de la famosa saga de Shatter Me. Aunque no ha tenido un eco tan sonado en España, sí que la he visto mencionada tantas veces como para despertar mi curiosidad. Todo el mundo, a excepción de quizá un par de personas, habla de esta saga como si fuese un regalo del cielo y es en ocasiones como esta cuando una no puede dejar de formarse una serie de expectativas. Tanta gente diciendo cosas positivas sobre un mismo tema no puede estar equivocada, o al menos esa es mi mentalidad al respecto. Sin embargo, debo decir que una vez más después de leer un libro tan aclamado mis expectativas se han llevado un golpe muy duro. Y voy a explicar exactamente por qué.

Para empezar, es una distopía, género al que a estas alturas estoy completamente acostumbrada, ya que parece ser que durante los últimos años todo el mundo se ha puesto de acuerdo para escribir la misma historia en todas las variantes que pueden existir. Lo que quiero decir con esto es que a estas alturas es bastante díficil encontrar un concepto que sea completamente original o que aporte algo nuevo, algo que no se ha conseguido desarrollar completamente en esta novela. Es verdad que tiene elementos nuevos, pero en general está construida sobre los mismos clichés que estamos cansados de ver una y otra vez. La historia está basada en Juliette, una chica que tiene el poder de matar a la gente con tan solo tocarlos. En un mundo que ha sido destruido por la codicia del propio ser humano, hay una clase dirigente que se queda con todo mientras que el resto de la población vive en la miseria (¿de qué me suena a mí esto?). Es lo típico que estamos acostumbrados a ver una y otra vez y no he encontrado nada que me haya parecido especialmente innovador o que me haya llamado la atención lo suficiente. Creo que es una novela extremadamente introductoria a decir verdad, ya que la acción realmente interesante no sucede hasta el final de la novela, supongo que como método de intentar dejar un cliffhanger que atraiga a los lectores a darle una oportunidad al resto de libros de la trilogía.

En cuanto al ritmo, he de admitir que consigue enganchar al lector desde las primeras páginas. Hasta la aparición de Adam la historia es un tanto más lenta debido a que Juliette se encuentra sola, por lo que únicamente encontramos monólogos interiores de la protagonista, pero una vez que llega este nuevo personaje, la historia comienza a coger rapidez, haciendo que seas incapaz de dejar de leer. Esto es uno de los puntos más positivos que le he encontrado a la historia: si bien un buen ritmo no es siempre sinónimo de buen libro, al menos se te facilita la lectura del mismo así dura menos la tortura. Uno de los fallos principales que ha tenido esta historia para mí ha sido la facilidad con la que se podía predecir exactamente lo que iba a pasar a continuación. Se supone que hay una serie de plot twists pero para mí han resultado tan predecibles en todo momento que al final advinarlos a medida que iban saliendo se convirtió en un juego. Si a eso le sumamos que el desconocimiento de Juliette sobre el mundo exterior dificulta que el lector pueda conocer algo sobre el mundo en el que se desarolla la historia, nos queda un libro bastante simple. Los puntos fuertes de las distopías y lo que las hace diferentes entre sí es ser capaces de crear algo nuevo en relación con el resto del género, pero en Déstrozame poco hemos descubierto.

“All I ever wanted was to reach out and touch another human being not just with my hands but with my heart.”

La narración sigue el punto de vista de Juliette, lo que me ha parecido interesante en algunos puntos pero un fallo tremendo en otros. Es interesante porque conocer el punto de vista de la protagonista desde su propia experiencia es importante para conseguir entender por qué se siente de la forma en la que lo hace durante la novela. Creo que puedo hablar por todos cuando digo que me es imposible imaginar cómo sería vivir sin poder tener contacto fisico con otras personas, aterrada siempre por si les hago daño. Y, sin embargo, al conocer la historia desde ese punto de vista, estamos perdiendo perspectiva sobre el resto del mundo, ya que Juliette tiene cero conocimiento sobre lo que ha pasado con la sociedad a la que, de alguna forma, ya no pertenece. Siempre había oído que uno de los puntos fuertes de Tahereh Mafi era su escritura, pero me he quedado bastanre fría. Ha habido que incluso algunos pasajes me han hecho rodar los ojos de lo mal escritos que estaban y las metáforas sin sentido que se introducían para intentar hacer de su escritura algo poético.Además, había momentos en los que se introducían pasajes del diario de Juliette o los propios pensamientos de la protagonista en los que aparecian tachadas ciertas frases, cosa que personalmente no solo me ha parecido una estupidez, sino que además había momentos en los que me ponía de los nervios.

Con respecto a los personajes, tenemos en primer lugar a Juliette. Creo que cualquiera que lleve leyendo nuestro blog durante un tiempo se habrá dado cuenta de que suelo tener problemas con las protagonistas femeninas porque siempre suelen dar la imagen de chica débil y que necesita ser rescatada. Como no podía ser de otra forma, Juliette no es una excepción a la regla. Desde el primer momento, se encuentra totalmente perdida, no sabe qué hacer ni como comportarse y lo más importante es que no sabe ni quién es ella misma. Necesita que sean los demás los que le digan qué hacer porque ella sola es incapaz de tomar decisiones y teniendo en cuenta que estamos en el siglo XXI, creo que el canon de chica que necesita ser rescatada por un príncipe azul deberíamos haberlo dejado atrás hace tiempo. Sobre todo cuando el príncipe azul de esta historia viene encarnado por la figura de Adam, personaje al que el he cogido una tirria espectacular desde el primer momento. Sus instintos posesivos y el hecho de que crea que está enamorado de una persona a la que no conoce de nada desde el primer momento ha hecho que odié a su personaje desde que aparece. Es más, la relación entre ellos está basado en un instalove tremendo, algo que Tahere Mafi intenta enmascarar como amistad de la infancia. Pero decidme vosotros, ¿se puede llamar amistad a una relación entre dos personas que iban a la misma clase pero que nunca llegaron a hablar?

Y aquí es cuando llegamos al punto fuerte de esta reseña y a lo mejor que tiene el libro y eso son los personajes secundariosPor fin encontré algo que me gustaba y creedme cuando os digo que no fue fácil, porque seguía leyendo y leyendo y cada vez me desesperaba más. Primero, dejadme que os hable de Warner, personaje del que ya había oído hablar largo y tendido con anterioridad, ya que muchos lo ponen como el mejor de la historia. Esta es la principal razón por la que pensaba que no me iba a gustar nada, ya que de costumbre tiendo ir al revés que los gustos generales, pero cuál fue mi gran sorpresa al estar de acuerdo con todo lo que me había llegado sobre él. Ojalá hubiese aparecido desde las primeras páginas, porque tiene una personalidad que me fascinaba. Aunque es verdad que está basado en el cliché de chico malo con un pasado misterioso y oscuro, no me puedo quejar, porque estos personajes son siempre los que le dan un poco de color a toda historia. Por otro lado tenemos a Kenji, ese mejor amigo que a todos nos gustaría tener. Es gracioso, sarcástico y te pone de los nervios en algunas ocasiones, pero siempre de una forma en la que quieres seguir leyendo sobre él porque es una maravilla. Me hubiese gustado que apareciese antes, porque habría hecho de la novela algo mucho más placentero.

“I've been screaming for years and no one has ever heard me.” 

Como conclusión, Destrózame es un libro lleno de los típicos chichés que se encuentran en todos los libros del mismo género, con un mundo poco desarrollado y del que apenas tenemos una ligera idea y con unos personajes principales que representan los peores estereotipos de la literatura juvenil. Presenta una idea interesante que no se ha sabido llevar de una manera adecuada y unos personajes secundarios mal aprovechados, a pesar de ser lo único que llama la atención de la historia. Con un ritmo rápido que engancha al lector e invita a seguir leyendo, se queda en un quiero y no puedo de literatura poética y deja un final abierto, con muchas posibilidades para las siguientes entregas que, esperemos, sean tan malas como esta primera parte.

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1 comments

  1. ¡Hola! Lo leí hace tiempo e iba con muchas ganas pero la verdad es que coincido contigo, promete mucho y al final se queda en nada y en mi caso ya no continuaré con la trilogía. Un besote :)

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