Titulo: El año de gracia
Autora: Kim Liggett
Saga: Autoconclusivo
Editorial: Salamandra
Numero de páginas: 400
En el condado de Garner, donde está prohibido hablar del "año de gracia", las niñas crecen convencidas de que al alcanzar la adolescencia su piel exhala una potente esencia de juventud que, gracias a sus poderes afrodisíacos, es capaz de seducir a los hombres y matar de celos a las mujeres. A fin de purificar esa magia sin dañar a nadie y poder regresar a casa listas para el matrimonio, las adolescentes son expulsadas del lugar y confinadas en plena naturaleza durante un año. Sin embargo, no todas vuelven...
Me topé con este libro de casualidad hace unos meses antes de que se anunciase su publicación en español y la verdad es que desde el primer momento me intrigó muchísimo lo que prometía. Hacía mucho que no leía distopía, aunque hubo un momento en mi vida en que era prácticamente todo lo que leía, y ver las comparaciones que se habían hecho con El cuento de la criada debido a su contenido solo había conseguido exacerbar esa necesidad de ponerle las manos encima cuanto antes. Cuando Estefania de Nia.Books me propuso realizar una lectura conjunta, no pude resistirme. Además, las buenas reseñas no paraban de llegar por todos lados y aunque la autora no tenía los mejores antecedentes, ya que sus novelas anteriores no habían cosechado buenas críticas, parecía que había conseguido redimirse con esta nueva historia. Aun y con todo y como ya he dicho en ocasiones anteriores, no quería ir con las expectativas demasiado altas, ya que siempre consigo llevarme un chasco cuando lo hago. Pero claro, hay veces que si no se puede no se puede, y es que la temática me parecía lo suficientemente poderosa como para no poder fallarme. Quizá haya sido eso lo que ha propiciado que no haya podido disfrutar de esta novela tanto como me hubiese gustado.
La premisa nos presenta un mundo muy original pero que al mismo tiempo no es difícil poder imaginarse en un pasado no del todo distante, ya que se nota que bebe de lo que pasaba y que, en menor medida sigue pasando, en muchos sitios del mundo. Las mujeres están completamente subyugadas a los hombres de una sociedad en la que lo único que se espera es que sean elegidas para casarse o se pasen el resto de su vida trabajando para el estado. Un estado que está, obviamente, controlado por un consejo de hombres. Cada año, todas las chicas de dieciséis años son enviadas a un retiro en medio del bosque, dónde se les prohibirá hacer cualquier tipo de contacto con el exterior y dónde tendrán que aprender a sobrevivir por su cuenta con el objetivo de deshacerse de la magia que todas las mujeres desde Eva llevan dentro y que si se deja desatendida podría atentar contra el mundo que todos conocen. El problema es que no todas ellas vuelven y año tras año, parece que el número de supervivientes va disminuyendo. La construcción del mundo es sin duda uno de los puntos fuertes de esta novela bajo mi punto de vista. Está claro que la autora se ha inspirado en la época de los juicios de Salem. Estamos ante una sociedad completamente aislada del mundo exterior, donde la ley de una religión tergiversada es todo lo que sus ciudadanos conocen. Revelarse contra la autoridad significa ser expulsado de las murallas de la ciudad y tener que atenerse a vivir fuera de la protección y la relativa facilidad que ofrece, ya que aquellos considerados parias por la sociedad se ven obligados a subsistir como pueden.
Sin duda el otro punto fuerte de esta novela son las temáticas exploradas por Liggett. En primera instancia tenemos el tema del feminismo, que aunque a ratos sutil, aflora en casi todas las páginas de las novelas. Por otro lado tenemos esa necesidad de rebelión que está tan presente en muchos de los personajes acompañada en muchas ocasiones por ese intento de encontrar algún resquicio de libertad, lo que no resultará fácil teniendo en cuenta lo asfixiante de una sociedad en la que la mujer está vista poco más que como un criadero de niños. La importancia de la religión también se explora, ya que se utiliza en más de una ocasión como excusa para defender actos de moral cuestionable. La importancia de la sororidad, el lento descenso a la locura que a ratos recuerda a lo que encontramos entre las páginas de El señor de las moscas, y la convicción en uno mismo a pesar de lo que quiera imponer la sociedad son otros temas relevantes para la trama. El ritmo es adecuado para lo que quiere transmitir la novela; ni demasiado rápido, ni lento, se amolda a lo necesario en cada momento. Con esto no quiero decir que no me hubiese gustado que a ratos no le hubiese metido algo de caña, sobre todo en la parte del medio que sí que se me hizo algo pesada. No puedo decir mucho más para no hacer spoiler, pero creo que la autora podría haber obviado toda esa parte y le hubiese quedado una novela mucho más redonda. También es verdad que nos encontramos con algún que otro plot twist, aunque en mi caso me han resultado bastante poco sorprendentes. La pluma de la autora también era algo nuevo para mí y la verdad es que la he disfrutado bastante. Aunque es verdad que esconde alguna floritura, por lo general es una autora que va bastante al grano y eso me gusta. Eso no quita que en algunos momentos nos deje con alguna que otra reflexión o cita dignas de ser leídas un par de veces.
“You eyes are wide open, but you see nothing.”
En cuanto a las relaciones entre los personajes, creo que esta es una de las cosas que más me han fallado de la novela. Me parecía interesante el concepto de que todas las chicas de una misma edad tuviesen que pasar juntas por el año de Gracia porque pensé que sería una buena forma de explorar esas relaciones intrapersonales entre ellas, pero la autora pasa tanto tiempo metida en el mundo interior de la protagonista que realmente es algo que se pierde y es una pena. Una historia que podría haber hecho hincapié en la importancia de la sororidad o la falta de ella en algunos casos hace lagunas justo en lo que podría haber sido uno de sus puntos fuertes. También creo que Liggett podría haber aprovechado el mundo que crea en este caso para contarnos más sobre cómo funciona la jerarquía de la sociedad, ya que se me han generado varias preguntas que han quedado sin respuesta. Me hubiese gustado, además, que se tocase más en la relación que tiene la protagonista con su familia, sobre todo en lo relativo a sus hermanas. Las relaciones románticas, en las que tampoco quiero meterme mucho porque sería spoiler, también han dejado bastante que desear. Una de ellas, que estaba bastante clara desde el principio de la novela, me parece que podría haberse beneficiado de un mayor desarrollo, mientras que la otra no solo no me ha gustado, si no que creo que ha sido una sacada de la manga completamente innecesaria sin que realmente llegue a aportar nada de valor a la trama. Me ha dado la sensación de que simplemente se quería crear algún tipo de drama, pero sin llegar a tener en cuenta el contenido total.
Los personajes en sí mismos tampoco han sido santos de mi devoción exactamente. He leído bastantes reseñas que cantan alabanzas de Tierney como protagonista, pero en mi caso me ha costado muchísimo tener ningún tipo de conexión con ella. Puedo empatizar con su necesidad de rebelarse contra una sociedad que al fin y al cabo la tiene subyugada completamente, pero sus constantes cambios de opinión, a veces de una página a la siguiente, me han puesto de los nervios en más de una ocasión. Además, me ha molestado bastante ver cómo parecía que miraba al resto por encima del hombro, sobre todo a aquellas chicas que creían en el sistema injusto que les han inculcado desde pequeñas. Para mí, es el típico prototipo de chica que no es como las demás. También tiene una actitud completamente condescendiente y una pasión desmesurada por juzgar a los demás, especialmente a su familia, cosa que me ha molestado sobre manera más que nada porque hacía muchos juicios de valor sin realmente tener toda la información completa. Aun así, de ella he admirado su tesón y su determinación por sobrevivir al año de Gracia y su necesidad por querer ayudar a los demás, incluso cuando esas mismas personas negarán necesitar ningún tipo de ayuda. Los personajes secundarios son muchos, lo que hace complicado llegar a conocerlos realmente. Esto, para mí, ha sido sin duda el mayor fallo de la novela, sobre todo en lo que respecta a las chicas que conforman el año de Gracia. Quitando a Kiersten, a la que desde el primer momento se pinta como la persona más malvada en pisar la faz de la Tierra, el resto de chicas se mezclan en mi cabeza sin llegar a tener ningún tipo de característica distintiva y es una pena, porque la autora podría haber jugado con ellas para explorar cómo les ha afectado vivir en una sociedad donde la misoginia es el pan de cada día.
“Sometimes I feel like we might burn down the world to cindery bits, with our love, our rage, and everything in between.”
En definitiva, El año de gracia es un libro que aunque no me ha terminado de convencer del todo, esconde un mensaje que merece la pena ser escuchado. Las temáticas que trata, si hubiesen sido exploradas en mayor profundidad, reflejan los problemas presentes en una sociedad que no está tan alejada de la nuestra como nos gustaría pensar. Con una pluma que te invita a reflexionar, Kim Liggett consigue crear un mundo interesante, al que le fallan los personajes y las relaciones que se forman entre ellos, así como en menor medida los derroteros que toma la trama. Aun así, os invito a que lo leáis para que os forméis vuestra propia opinión.