¡Hola a todos y todas!
El día de hoy os traemos un book tag que hablaremos de sentimientos encontrados, contradicciones y alguna que otra sorpresa ¡Empezamos!
1. Me encanta este género pero odié este libro
Irene: Los seis del Atlas de Olivie Blake. En los últimos tiempos, sobre todo después de que este género se haya hecho viral en plataformas como Tiktok, estoy leyendo cada vez más libros relacionados con el dark academia. Por eso, cuando esta novela en particular se hizo tan conocida y querida por todos supe que tenía que darle una oportunidad. Sin embargo, fue una lectura que me dejó completamente fría en todos los sentidos. Los personajes me parecieron planos y bastante intercambiables, además de que no pude conectar con ninguno de ellos, me costó acostumbrarme a la pluma de la autora y la trama en sí me pareció que cojeaba bastante.
Paula: La trilogía de los Kings de Maya Huges. Desde que leí el primer libro de la saga Kiss Me de Elle Kennedy me enamoré completamente de los romances deportivos, en concreto de los de hockey sobre hielo. Por eso cuando encontramos esta saga Irene y yo, cogí la primera parte con muchísimas ganas y tremenda decepción la verdad. La química entre los personajes es nula, la trama es inexistente y se me hizo demasiado pero que demasiado largo para el número de páginas que realmente tenía.
2. No suelo leer este género a menudo pero me encantó este libro
Irene: Things the Grandchildren Should Know de Mark Oliver Everett. Este libro fue un regalo que me hicieron hace unos años por el día del libro y aunque creo que hasta día de hoy es una de las pocas memoirs que he leído, debo reconocer que me sorprendió para bien, ya que nunca esperé llegar a disfrutar tanto de una lectura como esta. Su autor es Mark Oliver Everett, el cantante del grupo de rock Eels, y aunque me gusta su música, la realidad es que nunca me había sentido especialmente inclinada a conocer más sobre su vida, lo que fue uno de los motivos por los que la lectura de esta novela me sacó por completo de mi zona de comfort.
Paula: Pequeños fuegos por todas partes de Celeste Ng. Normalmente no leo literatura contemporánea no porque no me guste si no porque siento que muchas veces pecan de demasiado profundos. Sin embargo, Pequeños fuegos por todas partes es adictivo desde el primer momento, quizás tiene algo que ver que incluye dramas familiares y a ver a quién no le gusta un buen cotilleo. La autora consiguió meterme por completo en la vida de los personajes de tal manera que parecía que estaba yo también el pueblecito indagando sobre cómo una familia con una apariencia tan perfecta puede derrumbarse en tan solo cuestión de segundos.
3. Me encanta este cliché pero odié este libro
Irene: The Monster de LJ Shen. En general este libro tenía todas las papeletas para gustarme, por lo que el hecho de haberme llevado tremenda decepción con su lectura duele un poco más de lo normal. Por un lado, tenemos el cliché de personajes que pertenecer a la mafia y aunque este es un cliché del que no he leído tanto, sí que es verdad que me resulta extremadamente interesante, ya que suele estar ligado a personajes más oscuros y bajo mi punto de vista, más cautivadores. Sin embargo, todo lo relacionado con la mafia en esta ocasión no se terminó de explotar del todo, por lo que el personaje me acabó cojeando. Una pena, porque era una historia con mucho potencial.
Paula: Piso para dos de Beth O'Leary. Lo confieso, aunque mi cliché preferido sea enemies to lovers un buen libro de amigos a lovers me pone el alma contenta. Por desgracia, este libro lo único que consiguió fue ponerme de los nervios constantemente. Ya no es solo que los protagonistas, que aunque sí se hacen amigos, tengan cero química es que la forma en la que estaba escrito el libro me resultaba muy pero que muy frustrante. Los capítulos de la protagonista femenina tenían un pase pero los de él... no. La autora decidió que sería muy buena idea narrarlos como si estuviésemos en la mente de los protagonistas pero es que estar en la mente de León fue insufrible ya que tenía una manera de pensar un tanto esquemática y con frases monótonas y cortas.
4. Odio este cliché pero amé este libro
Irene: Trilogía de Los Orígenes de Cassandra Clare. Creo que ya lo he dicho en numerosas ocasiones en otros posts pero si hay un cliché que odio y que me parece que ha estado sobreutilizado durante años dentro de las historias que incorporan romance ese es el de los triángulos amorosos, sobre todo porque en muchas ocasiones se nota bastante con quién es que la protagonista quiere estar realmente o es muy sencillo para el lector escoger entre ambas opciones. En mi caso, sí que tengo que reconocer que soy mucho más de Will que de Jem, pero creo que el triángulo amoroso entre estos personajes está llevado de forma magistral, ya que entendí perfectamente por qué Tessa tuvo tantos problemas a la hora de hacer su elección.
Paula: The Bromance Book Club de Lyssa Kay Adams. Voy a confesarme, no me gustan para nada los libros de salvar matrimonios o de matrimonios que acaban divorciándose. Lo siento, a mi me gusta ver a desconocidos enamorarse y conocerse en el proceso. Sin embargo, la manera en la que la autora nos narra que un grupo de hombres se reúnen para leer novelas de amor y ser mejores amantes y hombres era algo que no podía dejar pasar en mi lista de lectura. Me gustó tanto que por un momento hasta me olvidé de que no me gustan este tipo de libros y al final acabé dandole una valoración bastante buena.
5. Amo a este autor pero odié este libro
Irene: Conversaciones con amigos de Sally Rooney. Sally Rooney no es una autora especialmente prolífica, ya que a día de hoy solo tiene tres novelas publicadas además de una short story, pero cuando leí Gente normal me sentí extremadamente conectada con sus personajes, además de la forma en la que la autora tiene de narrar sentimientos, por lo que se convirtió en una de esas autoras de las que tengo intención de leer todo lo que publique. Este libro en cuestión fue el segundo que leí y la verdad es que me decepcionó, sobre todo por lo pretenciosos que me parecieron todos los personajes que aparecen. Aun así, tengo muchas ganas de ver la serie, ya que tiene una pinta increíble.
Paula: The Dare de Elle Kennedy. Si lleváis tiempo leyéndonos sabréis que Elle Kennedy es, o igual era no lo sé, una de mis autoras de new adult preferidas pero es que este libro fue insufrible de principio a fin. La trama me pareció un sinstentido que lo único que hacía era de ir de mal en peor y encima al principio estaba muy contenta porque la protagonista, lejos de ser plus size, parecía tener un cuerpo que se salía del canon de la sociedad ¿El problema? Se pasan todo el libro sexualizandola y hablando de lo grande que tiene el pecho como si ese fuese el único rasgo a destacar de una persona que no tiene una normotalla.
6. No me suele gustar este autor pero amé este libro
Irene: Éramos mentirosos de E. Lockhart. Este libro estuvo haciendo las rondas por todos los blogs y canales de Youtube hace ya unos cuantos años, pero parece ser que Tiktok ha decidido recuperarlo y el año pasado fue una novela que estuvo en boca de todos. Yo lo leí allá por el 2014 y en su momento me encantó, me sentí muy identificada con la protagonista y la pluma de la autora me pareció diferente y atrevida. Es por ello, que desde ese momento he estado leyendo todo lo que ha ido publicando, además de algún que otro libro que tenía ya anteriormente y no he conseguido encontrar ni uno que me haya gustado, así que creo que es momento de dejar de darle oportunidades.
Paula: La bilogía de Buscando a Silvia de Elisabet Benavent. Hace años ya que esta autora sacó el último libro que verdaderamente disfruté ya que estos 4 últimos han sido decepción tras decepción. Sin embargo, guardo muy buenos recuerdos de cuándo leí la bilogía de Silvia ya que me enganchó tanto que no podía parar de leer y, como quien dice, me los devoré. Creo que es de sus libros mas dramáticos y con situaciones un tanto desagradables pero aun así la trama de estrella del rock torturado conoce a una chica normal ajena al mundo de la fama es una de mis tropes preferidas desde pequeña y en estos libros Benavent la ejecuta a la perfección.
7. Adoro esta portada pero el libro no me convenció
Irene: Mosquitoland de David Arnold. Sí, reconozco que en ocasiones peco de querer lee un libro simple y llanamente porque la portada me parece una preciosidad y este fue uno de esos casos. Sin embargo, siento que el contenido no estuvo a la altura de lo que prometía la portada. Creo que si eres fan de los libros del estilo de John Green, esta es una historia para ti, ya que la forma que tienen los personajes de expresarse me recordó muchísimo a TFiOS o Buscando a Alaska: completamente pretencioso para la edad que se supone que tienen. Me pareció que hubiese funcionado mejor como una colección de pensamientos que como una historia con un hilo en sí.
Paula: Chicas salvajes de Rory Power. He de decir que desde el primer momento me llamó mucho más la portada que la trama, aunque la trama también tenía su aquel. El gran problema es que yo creo que la portada te vendía demasiado para luego lo que acabó siendo. No es que sea un desastre de proporciones épicas pero tampoco es un libro que le recomendaría a alguien que quiere leer sobre pandemias y sobrevivir cuando todo está en contra de ti.
8. No me gusta la portada pero me encanta el libro
Irene: The Score de Elle Kennedy. En general las portadas que tienen personas no me terminan de convencer, sobre todo las antiguas. Y aquellas en las que las personas resultan ser hombres sin camiseta pues se llevan la palma de portadas que no me gustan, sobre todo cuando resulta que estoy leyendo el libro en cuestión en cualquier lugar público. Aunque sé que la editorial de esta saga le ha dado un lavado de cara a las portadas, la realidad es que cuando yo leí estos libros aun estaban las portadas antiguas y a cada cual me pareció más horrible, pero aun así me alegro de haberle dado una oportunidad, porque sin duda considero que es una colección que todo fan del new adult tiene que leer.
Paula: Kiss the Sky de Krista y Becca Ritchie. Al igual que Irene, las portadas con personas reales no me gustan demasiado. El problema principal de esta portada ya no es solo que tenga una persona si no que es que no dice absolutamente nada del libro y para mi gusto lo hace menos atractivo visualmente. Pero es que encima, poco después salió otra edición en la que en vez de tener a Rose, o a una mujer que parece Rose, en portada habían hecho una portada en la que salía Connor sin camiseta. De mal en peor vamos. El otro día me enteré de que habían cambiado absolutamente todas las portadas de esta saga a un estilo más minimalista, con el fondo blanco y algún objeto simbólico para la trama y os puedo asegurar que es un acierto absoluto.