Llegué a este libro casi por casualidad, ya que nunca había oído hablar de él hasta que me crucé con una reseña en blogger que lo ponía por las nubes. A raíz de eso me puse a investigar, ya que el título me pareció como poco provocador, y descubrí que estaban desarrollando una adaptación cinematográfica que iba a salir en este año 2020. De los autores tampoco había oído hablar anteriormente, así que os podéis imaginar que me lancé a leer la novela sin ningún tipo de expectativa preconcebida más allá de que la premisa me parecía interesante y quería ver cómo la había desarrollado la autora. Es por ello que no puedo decir que sea un libro que me ha decepcionado, pero sin duda tampoco me he encontrado con lo que me esperaba exactamente. Antes de empezar con la reseña tengo que decir que se trata el tema del aborto en adolescentes y que si no estáis de acuerdo con que una mujer tome ese tipo de decisión sobre su cuerpo, esta no es una lectura para vosotros.  La premisa nos presenta a Veronica Clarke, quien se da cuenta con diecisiete años que se ha quedado embarazada. Para conseguir un aborto se ve obligada a salir del estado en el que vive y para ello enlistará a su antigua mejor amiga y marginada del instituto al que ambas asisten, Bailey Butler.

Como ya os podréis hacer una idea, la protagonista principal y a través de la cual conoceremos los hechos de esta historia es Veronica. Reconozco que al principio no es un personaje que me haya caído demasiado en gracia, aunque tengo que admitir que he podido observar cierta evolución a mejor en el personaje. Aun así, he sido incapaz de conectar con ella y su forma de actuar. Durante la primera mitad de la novela nos encontramos ante una chica que siente que debe fingir constantemente para parecer perfecta y que necesita ser la mejor en todo para sentirse respetada por todos los que le rodean, incluido su grupo de amigas. ¿Lo malo? Que proyecta sus propias inseguridades hacia los demás, convirtiéndola en una persona crítica y cerrada a la que le cuesta aceptar que otras personas se comporten de forma distinta o que tengan una opinión diferente de cómo quieren vivir su vida. Por otro lado tenemos a Bailey, su antigua mejor amiga y su salvadora en esta ocasión. Para mí estos personajes han sido como las dos caras de una moneda, ya que estamos antes dos polos completamente opuestos. Bailey no sigue las reglas, hace lo que quiere cuando quiere sin preocuparse por las consecuencias y tiene una personalidad completamente explosiva. Toma decisiones sin pensar y actúa a lo loco y aun así me ha parecido que demostraba una gran lealtad: no mucha gente acompañaría a una antigua ex mejor amiga en un viaje así. Los personajes secundarios son varios, pero ninguno merece mención especial bajo mi punto de vista, ya que aparecen simplemente como meros compañeros de viaje.

La pluma de los autores es amena y no se notan cortes entre lo que está escrito por cada uno de ellos, lo que es de agradecer cuando nos encontramos con una novela a cuatro manos. Sencilla y utilizando un estilo coloquial muy propio de los adolescentes, creo que acompaña a la perfección a la historia que tenemos entre manos. El ritmo también es perfecto para el tipo de historia ante la que estamos, aunque sí que tengo que reconocer que el principio se me hizo algo pesado, ya que me daba la sensación de que a la historia le costaba algo arrancar. Sin embargo, una vez que comienzan el viaje todo cambia y la lectura se hace mucho más llevadera, hasta el punto en el que terminé por acabarme el libro de una sentada. Lo mejor para mí fue sin duda poder acompañar a las protagonistas en su viaje, ya que los libros basados en roadtrips son de mis favoritos y hacía mucho que no leía ninguno del estilo. Sin embargo, en esta ocasión los fallos han tenido, para mí, un mayor peso que los aciertos. Lo cierto es que tengo que reconocer que a ratos incluso se me olvidaba que estaba leyendo un libro donde una menor de edad se ve obligada a cruzar a otro estado para realizarse un aborto y es que es algo que pasa completamente a segundo plano durante la mayor parte del libro. La propia autora dijo que quería escribir un libro que resultase divertido para 'quitarle hierro al asunto' pero creo que hay una fina línea entre lo gracioso y lo vulgar que en este caso se cruza con creces. También he tenido problemas con la serie de situaciones cada vez más inverosímiles en las que se ven envueltas Veronica y Bayley. Creo que es el tipo de historia que funciona mejor en pantalla que en las páginas de un libro.

Si alguien me llega a decir a mi que iba a acabar mi 2020 leyendo ciencia ficción me habría reído bastante y si ya me dicen que iba a convertirse en uno de mis libros preferidos me caigo al suelo de la risa. El marciano llegó a mis manos gracias al mini club de lectura que hice con unas amigas y me cautivó desde la primera página. En la novela encontramos la historia de Mark, un astronauta que en medio de una misión a Marte es abandonado involuntariamente por sus compañeros. En la Tierra todos le han dado por muerto pero la realidad es completamente distinta, Mark tiene un plan para sobrevivir y llegar con vida a la fecha de la siguiente misión a Marte y así volver a casa. Durante toda la novela veremos esa lucha por seguir vivo un dia más a la vez que nos adentraremos en la mente de nuestro peculiar astronauta ¿Conseguirá Mark sobrevivir? ¿Se darán cuenta en la tierra de que Mark sigue vivo?

El gran peso de la historia sin duda alguna lo lleva nuestro protagonista Mark, ya que es con el con quien pasamos una gran parte del libro. Es un astronauta muy mañoso que lo mismo te planta unas patatas en un laboratorio que te genera agua dentro de un traje espacial. Sin duda alguna, si algo ha hecho que el tono más "científico" de la novela se rompa ha sido su forma de ser ya que a pesar de la situación que está viviendo nunca pierde su ironía y humor tan característicos.  No es hasta una vez pasado un 30% del libro aproximadamente cuando conocemos al resto de personajes: los trabajadores de la NASA y los compañeros de expedición de Mark. De ellos no sabemos gran cosa más que la función que cumplen en toda la misión y como van tomando las decisiones que afectan al destino de nuestro astronauta. Quizás en otro libro esta formula, esta barrera con los personajes secundarios pero sin embargo en este libro funciona a la perfección. Lo que realmente interesa es ver las decisiones que toman los trabajadores de la NASA y como repercuten estas decisiones en la vida de Mark. 

En cuanto a la pluma del autor, la verdad es que aquí es donde viene la parte que a mi me ha cautivado. Podemos decir que el libro tiene tres tipos distintos de narración: las entradas que hace Mark en su registro explicando que va a haciendo día a día, las escenas sobre el centro espacial y un par de capítulos en los que vemos las acciones de Mark narradas en tercera persona. A mi este ultimo tipo me ha parecido una idea fantástica y es que cuando Mark estaba haciendo cosas complicadas, sobre todo en los últimos capítulos, no puede llevar un registro de los acontecimientos así que entra el narrador en tercera persona para encargarse de ello. Esta voz, casi poética, le da un toque entrañable al libro que sin duda te llega al corazón. El ritmo de la historia es muy bueno y en ocasiones casi vertiginoso, especialmente en aquellas escenas en las que el astronauta tiene que hacer cosas que le ponen una situación de vida o muerte. La única, y para algunas personas gran, pega es el lenguaje que utiliza ya que en ocasiones es bastante técnico. Al principio puede resultar una barrera bastante grande porque si no vienes de un contexto muy científico puedes perderte y sentirte muy abrumado. No se si el libro podría haberse hecho sin tanto tecnicismo, también os digo, porque creo que realmente eso es lo que le da ese toque de realismo al libro.