Titulo: Los cuatro vientos
Autora: Kristin Hannah
Saga: Autoconclusivo
Editorial: Suma
Numero de páginas: 536
Texas, 1921. La Gran Guerra ha terminado y Estados Unidos parece entrar en una nueva era de optimismo y abundancia. Pero para Elsa, considerada demasiado mayor para casarse en una época en la que el matrimonio es la única opción de una mujer, el futuro es incierto. Hasta la noche en que conoce a Rafe Martinelli y decide cambiar la dirección de su vida. Con su reputación arruinada, solo le queda una opción respetable: casarse con un hombre al que apenas conoce.
En 1934, el mundo ha cambiado. Millones de personas se han quedado sin trabajo y los granjeros luchan por conservar sus tierras. Las cosechas se pierden por la sequía, las fuentes de agua se secan y el polvo amenaza con enterrarlo todo. Cada día en la granja de los Martinelli es una desesperada batalla por la supervivencia. Y, como tantos otros, Elsa se ve obligada a tomar una agónica decisión: luchar por la tierra que ama o marchar al oeste, a California, en busca de una vida mejor para su familia.
Kristin Hannah es una autora a la que llevo años queriendo leer. Por lo que he oído de muchas personas, algunas de las cuales tienen gustos parecidos a los míos, es una de las grandes escritoras dentro del género histórico. Hace poco, además, se anunció que se estaba preparando una película de su novela más conocida, El ruiseñor, ambientada en la Segunda Guerra Mundial en la que saldrán las hermanas Fanning, lo que me dio aun más ganas de animarme a leer el libro. A comienzos de este año se publicó esta nueva novela de la autora, la cual estaba generando muy buenas críticas entre los lectores que le habían dado una oportunidad. Cuando en el grupo de La lectura prometida se propuso hacer el mes temático de la historia, opté por proponer esta novela y me alegré muchísimo cuando salió elegida. Como siempre digo, no quería ir con muchas expectativas, porque luego siempre termino por llevarme una decepción. Sin embargo, a veces es complicado que las buenas impresiones no te generen la sensación de que una historia te va a acabar gustando y afortunadamente en este caso esas impresiones se han cumplido con creces. No quiero adelantarme a los acontecimientos, ya que todavía quedan un par de meses de año, pero no os sorprenda si este libro acabe entre los mejores del año.
La premisa es muy interesante, ya que nos sitúa en los Estados Unidos de los años después de la Gran Depresión. Personalmente, de este período histórico no conozco mucho más allá de todo lo que pasó relacionado con la bolsa de valores y la crisis financiera. Sabía que muchas familias lo habían pasado mal en esta época, ya que muchas de ellas se vieron afectadas en el plano económico, pero de lo que no conocía nada era del fenómeno conocido como el Dust Bowl que afectó a la zona del sur así como al midwest. Después de años de buenas cosechas, los agricultores de la zona se han acostumbrado a una cierta vida que aunque no es fácil, ya que la vida en el campo nunca lo es, sí que les aporta cierta comodidad y una rutina a la que acostumbrarse. Sin embargo, una serie de fenómenos climáticos unidos a la ya mencionada crisis financiera consiguieron que muchos de estos agricultores se vieran obligados a desplazarse de sus granjas debido a la imposibilidad para seguir cultivando el terreno. Muchos de ellos partieron a lo que ellos consideraban zonas más verdes, principalmente California, algo que se vio exacerbado por todo lo que mencionaban en los periódicos y el boca a boca, donde se prometían trabajos para todos. Nuestra principal protagonista es Elsa Martinelli, una mujer procedente de una familia acomodada de una pequeña ciudad en Texas, que después de una serie de circunstancias, acaba casándose con un agricultor de un pueblo cercano y mudándose a la granja de su familia. Os podéis imaginar lo que pasará cuando en 1934 empiece la gran crisis en la zona.
Sobra decir que la autora ha hecho un trabajo tremendo de documentación y eso se nota en la cantidad de información de valor que se le aporta al lector y que nos ayudará a comprender mejor por lo que tuvieron que pasar estas familias obligadas a dejar todo lo que han conocido en busca de una vida mejor. Creo que sin duda el hecho de haber acompañado a una familia en particular ha hecho que empatice mucho más con lo que estaba leyendo, sobre todo en determinadas partes del libro. Me ha gustado, también, que se haya aportado contexto de lo que estaba sucediendo a nivel político, ya que se dan pinceladas al tema del comunismo vs el capitalismo yankee, que aunque en esta época no estaba tan presente como lo estará después de la Segunda Guerra Mundial, ya se empieza a notar la escisión entre ambas formas de pensamiento. Me ha parecido que ofrece reflexiones interesantes relacionadas con la xenofobia y el miedo al diferente que es fácil extrapolar a la crisis migratoria de la situación que vivimos actualmente. El ritmo es adecuado para la historia que nos quiere trasmitir Hannah, aunque debo reconocer que en un principio sí que se me hizo algo pesado ya que iba con la idea de que iban a mudarse a California mucho antes. Es por ello que en mi caso sí que debo reconocer que disfruté mucho más de lo que podríamos considerar la segunda parte de la novela. La pluma es asequible teniendo en cuenta el género en el que se encuadra. No es la primera vez que leo una novela histórica en la que por intentar el autor ir de culto, se dificulta la lectura de la obra en sí. No ha sido ese el caso en esta ocasión, ya que la escritora va bastante al punto, con una prosa sencilla y poética al mismo tiempo.
“Love is what remains when everything else is gone.”
Las relaciones entre personajes son otro de los puntos fuertes de la novela. Al seguir a la 'típica familia', es fácil verse representado hasta cierto punto en lo que estás leyendo. Las clásicas peleas entre hijas adolescentes y madres, la relación que se forja con unos suegros con el paso del tiempo o las relaciones de pareja sin amor son varios temas que quedan fielmente retratado. Personalmente me he encontrado en más de una ocasión pensando en cómo me hubiese comportado yo si me hubiese visto en la misma situación que los personajes, llegando a enfadarme cuando tomaban una decisión que consideraba errónea hasta cierto punto. Para que entendáis hasta que punto es fácil conectar con ellos. También he visto una evolución en la mayoría de ellos, sobre todo en las dos protagonistas Elsa y Loreda, que serán quién lleven la voz cantante en la historia. Elsa es una mujer que ha crecido en una casa sin amor, con unos padres que la han sobreprotegido hasta el hastío y cuya vida dará un giro completo al casarse. Para mí, sin duda destacan su fortaleza y su tesón de anteponer siempre las necesidades de sus hijos a las suyas propias. Aunque en un comienzo puede parecer algo callada, no tardará mucho en demostrar ese fuego que lleva dentro y que terminará por meterla en problemas en más de una ocasión. Me ha parecido una persona digna de admiración y aunque reconozco que en algunos puntos no podríamos tener opiniones más dispares, sin duda Kristin Hannah ha conseguido crear un personaje realista.
Con Loreda, por otro lado, he tenido una relación llena de baches. La conocemos desde niña hasta ya alcanzada la adolescencia y eso dará lugar a que quede retratada esa época en la que todos nos creemos que sabemos más que los adultos de a nuestro alrededor. Había momentos en los que me daban ganas de zarandearla e intentar hacerla entrar en razón. Donde Elsa es un personaje raciones y apegado a la realidad. Loreda es una soñadora cuya meta en la vida es ser reportera. Sin embargo, obligada a vivir en una situación tan dura, donde incluso la próxima comida no está garantizada, es imposible que no afloren los sentimientos negativos, en este caso dirigidos hacia la persona más próxima: su madre. Es verdad que se puede apreciar cómo va madurando a medida que van pasando las páginas, pero esto llega quizá algo tarde en mi opinión. Los personajes secundarios son muchos, aunque no todos tienen la misma importancia. Destacan por encima de todos Ant, el hijo pequeño de Elsa, el cual vive con completo apego hacia su madre debido a su corta edad, así como los abuelos Martinelli, sobre todo ella, que se convertirán en un auténtico pilar para Elsa cuando su propia familia le dé la espalda. Otros personajes notables serán todas aquellas personas que acompañarán a la familia Martinelli una vez que llegan a California y se ven obligados a asentarse en unas condiciones que no se esperaban. Sobre todo habrá una familia con la que estrecharán lazos y que se convertirán en una especie de guía a la par que sistema de apoyo.
“Hope is a coin I carry: an American penny, given to me by a man I came to love.''
En definitiva, Los cuatro vientos ha sido el libro con el que final me he estrenado con la gran pluma de Kristin Hannah, aunque definitivamente no será el último. A pesar de ir con ciertas expectativas, tanto por las buenas críticas recibidas como por lo querida que es la autora, puedo decir sin miedo a equivocarme que ha sido una historia que no dejará indiferente a nadie. La labor de documentación que ha realizado la autora se nota a cada página y no le resultará difícil al lector trasladarse a la época después de la Gran Depresión, acompañando a la familia Martinelli en una carrera por la supervivencia que muchos se vieron obligados a perseguir en la época. Una novela que te hace reflexionar sobre la xenofobia y que hace que pongas en perspectiva la situación actual en la que nos encontramos.