Tengo que reconocer que me da vergüenza reconocer lo mucho que he tardado en leerme este libro y es que lo empecé en verano de 2018 y no ha sido hasta ahora que por fin le he puesto fin. Es verdad que entre medias hubo un parón de más de un año y no porque no me estuviese gustando la novela. Reconozco que quizá por mí misma nunca hubiese llegado a fijarme en esta novela pero me venía recomendada por tantos frentes que al final acabé cediendo. Mi madre la había leído en la universidad como lectura obligatoria y le había encantado así que pensé que podía ser una buena opción. No me equivocaba. La historia sigue a Alice Gould, una detective privada que ingresa en un sanatorio siguiendo la pista de un crimen que está investigando. Sin embargo una vez dentro descubre que se encuentra retenida, confundida por una paciente más tras intentar asesinar a su marido en tres ocasiones. Desde ese momento acompañamos a nuestra protagonista en su lucha por conseguir salir del manicomio.
La protagonista única e indiscutible en todo momento es nuestra detective Alice Gould. Desde el primer momento en el que aparece, nos damos cuenta de que es una persona increíblemente inteligente y perspicaz. Mujer refinada y de clase alta, Alice se las arregla para jugar con el resto de personajes para conseguir lo que quiere. Es un personaje que se mueve en la escala de grises, lo que la convierte en alguien muy humano. Es a su vez altiva pero compasiva, empática pero desdeñosa, orgullosa pero atenta hacia los demás. Aun así, tengo que admitir que no he sido capaz de conectar con ella del todo, aunque eso no quita que me haya encantado vislumbrar cómo funciona su cerebro. Tenemos también a un gran número de personajes secundarios. Por un lado los médicos, entre los que destacan el señor Alvar, director del centro y enemigo acérrimo de Alice, y el doctor González Arellano, su médico y mayor aliado. Por otro lado los pacientes, entre los que destacan varios por su cercanía a la protagonista como es el caso de Ignacio Urquieta, la Niña Pendulo o El Hombre Elefante.
Sin duda para mí el punto clave de la novela es la capacidad que tiene el autor para jugar con la mente del lector en todo momento. En ningún momento se puede estar totalmente seguro de si la historia de Alice es verídica o si por el contrario se encuentra ingresada en contra de su voluntad. Otro de los aspectos más positivos de la novela es la ambientación. Se nota que Torcuato hizo un trabajo muy extenso de documentación, ya que gracias a las descripciones del lugar hacen que sientas que tú mismo te encuentras tras los muros del manicomio. Los diálogos son otro punto del que también he disfrutado, gracias a la oratoria de nuestra protagonista. El final me voló la cabeza; me resultó completamente inesperado. Como puntos negativos tengo que resaltar que el primer tercio de la novela me resultó demasiado introductorio. El autor se recrea demasiado en las descripciones y eso hace que el libro se haga algo pesado. Además los capítulos son demasiado largos para mi gusto. A pesar de eso, a partir de la mitad los giros argumentales se suceden uno tras otro y me encontré pegada a las páginas.
En definitiva, nos encontramos ante una novela que nos ofrece un fiel reflejo de los manicomios de los años 70 en España acompañados de la mano de un personaje que no es todo lo que parece.

Como ya he comentado alguna vez, siempre que no sé que leer siempre me dirijo a los títulos que me faltan por leer de Kasie West o de Sarah Dessen. En este caso le ha tocado el turno a La lista del corazón. Uno de los motivos por los que me decanté por este libro es sin duda alguna por que es el primero de una serie de libros que pertenecen al mismo universo, y normalmente las sagas con ese concepto me encantan porque así si le cojo cariño a un personaje puedo saber más sobre el o ella en el resto de libros.
La historia de este libro sucede en verano donde Abby y Copper, mejores amigos desde siempre, pasan las vacaciones sin el resto de sus amigos. Abby lleva enamorada años de Copper y a cada día que pasa el secreto se hace mas pesado de mantener. Abby como personaje es lo único que me ha gustado de verdad del libro. Siempre ha querido estudiar arte y cuando descubre que en el museo donde trabaja van a hacer una exhibición decide presentar sus obras. Tras recibir el no inicial, decide pasar el verano mejorando su arte y aprendiendo a mirar la vida desde otras perspectivas. El problema es que está muy enamorada de un chico que no le hace ni caso y que, desde mi punto de vista, no se la merece. No quiero hacer spoilers así que me limitaré a decir que se comporta como un imbécil aunque lo disfraza muy bien haciendo de alguna manera sufrir a Abby.
El concepto de la lista me pareció muy original al principio del libro, un verano para enamorarse, enfrentarse a sus miedos, que le rompan el corazón, etc. Sin embargo, conforme avanza la historia me dio la sensación de que esa lista pasa a un plano totalmente secundario lo cual es irónico porque el libro literalmente incluye la palabra lista en el titulo y la sinopsis se centra exclusivamente en el tema de completar la lista. A mi parecer, si la historia avanza sin necesidad de la premisa inicial es que realmente no era necesaria. La trama está bien pero para mi gustó quizás demasiado centrada en Copper y menos en la evolución como artista y persona de Abby.
En cuanto al estilo narrativo la verdad es que no tengo malo que decir, la historia avanza de manera suave sin fragmentos pesados o lineas argumentales confusas. Cuando acaba el libro todo esta bien hilado y con un final realmente bonito. Los tres escenarios principales de la historia: el museo, la playa y las dunas están tan bien descritos que puedes imaginarlos a la perfección.
Si buscáis un libro sencillo y podéis pasar de la linea de frustración con los personajes os lo recomiendo, si no probad con otros libros de West.
¡Y hasta aquí nuestras mini reseñas de hoy! ¿Habéis leído alguno de los dos libros? ¿Os han llamado la atención? Nos leemos en los comentarios!